sábado, 10 de diciembre de 2011

¿Qué es lo que quiere la ciudadanía?

Por José Cisternas


En momento en que la clase política en general se encuentra en una grave crisis de credibilidad por parte de la ciudadanía, donde no solo existe un rechazo a la gestión del actual gobierno, sino que también las dos coaliciones más tradicionales, como son la Coalición por el Cambio y la Concertación, que tienen altos índices de desaprobación, y donde inclusive ambas cámaras del poder legislativo con suerte cuentan con un tibio 24% promedio a su gestión.

La clase política aduce a una serie de factores basados en las reglas del juego del sistema político más que en los políticos en si mismos como el principal factor a esta verdadera epidemia de desafección a la clase política. Ante ello no existe parlamentario ni autoridad de gobierno que señale la frase: “Lo que quiere la ciudadanía” y a renglón seguido señalan desde una serie de reformas algunas históricas y otras propias de la conjetura del momento; pasando por reformas de carácter político, social o económico hasta ciertos principios inspiradores como unidad, probidad o responsabilidad.

¿Pero es esto lo que quiere la ciudadanía? Nadie pone en duda que hay varios temas en la agenda política que esperan ser discutidos, ¿Pero es acaso que realizando dichas reformas es que la ciudadanía va a cambiar la percepción de sus políticos? A mi juicio el tema va mucho más allá. Lo que espera la ciudadanía de sus políticos es que al ser estos “representantes de la ciudadanía” los representen como tal y no den lugar a actos que no estén a la altura de la dignidad e investidura con los cuales se encuentran revestidos; para que después la ciudadanía diga: “Con que moral vienen a exigir después que las grandes compañías entreguen mayores utilidades de las ganancias a sus trabajadores si como cual directorio de una empresa la Cámara de Diputados con los impuestos de todos los chilenos ordena comprar I Pads”; Con que autoridad podrían alegar después que los estudiantes deben respetar la institucionalidad si son ellos mismos los que insultan a carabineros, se ausentan de reuniones con el Presidente de la República sin previa excusa, o tratan de realizar actos de abuso de poder para no ser sometidos a escandalosos juicios por faltas a la probidad; De qué forma pueden exigir que entre los ciudadanos haya un ambiente de cultura cívica, si son ellos mismos los que cada semana nos muestran bochornosos actos desde descalificaciones verbales de grueso calibre hasta manotazos, empujones y agresiones físicas; o que decir de llamar a los ciudadanos a conducir con precaución, cuando han sido numerosos los reportajes en contra de nuestros parlamentarios conduciendo a temerarias velocidades; de que forma pueden exigir que le reconozcamos legitimidad si son ellos mismos que hacen primarias truchas, candidaturas a dedo o simplemente por imposición y podríamos seguir sumando incidentes de nuestra desprestigiada clase política, algunos más vergonzosos que otros.

Entonces al igual que los políticos, yo me pregunto ¿Qué es lo que quiere la ciudadanía? A mi parecer, lo que la ciudadanía quiere es más que reformas políticas, quiere una reforma de sus políticos y que estos actúen con la probidad, con la responsabilidad, con la altura de miras y honorabilidad que Chile se merece, pero por sobre todo con “CONSECUENCIA” de entre las cosas que dicen, prometen y critican, y las que efectivamente hacen, legislan y votan.