miércoles, 7 de diciembre de 2011

CONFECH o SINFech?

Por Miguel Araneda L.

Veo mi muro de Facebook y leo un titular de “Tribuna Popular”, el órgano de los Comunistas Venezolanos, este dice “denuncian fuerte intervención del gobierno en elecciones FECH”; leyendo el artículo se abre un abanico de conjeturas, ataques y “denuncias” contra Gabriel Boric, candidato a la Presidencia de la Federación de la Universidad de Chile,  por la lista “Creando Izquierda”, denunciando la supuesta “cobertura mediática” para esta lista, cobertura avalada por los medios de la reacción, así como una “supuesta intervención” de personeros del actual gobierno para votar por esta lista, señalando que todo esto era parte de una estrategia para, poco menos, desarticular el movimiento, que de la mano de Camila, ha logrado avances enormes en organización y lucha.

La desfachatez del aparato burocrático de las JJCC ha llegado al punto donde históricamente siempre ha llegado, el descrédito de otras opciones de izquierda en nombre de la dirección que ejerce el PC sobre los movimientos sociales. La historia de los Comunistas Chilenos se encuentra llena de estos sucesos, célebres son las declaraciones del PC en los 60’s donde ellos asimilaban, en sus órganos de difusión, “Movimiento Popular” con “Partido” o en los 40’s cuando Contreras Labarca,  secretario general del PC, era proclamado “Líder del Pueblo Chileno” a la hora de abrazar al entonces “compañero” Gabriel Gonzalez Videla, la encarnizada guerra contra la “ultraizquierda”, que no era sino el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, en los 60’s y 70’s, enfrentamiento no solo político sino frontal en varios casos, dándole clara prioridad al combate a la “ultra” en ciertos momentos, y así podríamos seguir por horas enumerando casos donde el PC se arroga lo que emerge hoy: la única autoridad en materia de movimientos sociales.

El fondo del asunto es más que conocido para aquellos que nos involucramos en la discusión sobre nuestro movimiento, un movimiento que ha terminado de barrer paradigmas caducos, paradigmas que el PC se encarga de mantener, la dirección de una vanguardia, política militante, sobre un movimiento de masas. La presencia comunista en el movimiento es indiscutible, Entre la Vocería de Nuestra Confederación, sumado al Colegio de Profesores y al CONES, han dejado entrever esa dirección, una bastante “considerada” con el establishment post-fascista que rige nuestro país, llamando a la mesura y la confianza en las instituciones; claro, el correlato entre el movimiento social y los “representantes del pueblo” en el congreso (claro sino los 2 diputados comunistas) era “la clave”. El esfuerzo de la calle y la lucha desenfadada de nuestros compañeros solo es un preludio, una “excusa” para colocar esto en la palestra parlamentaria…el fracaso de esta estrategia ha sido rotunda.

Las Bases, organizadas acorde a su realidad universitaria propia, han hallado su propia voz, en diversas formas y expresiones, tanto en las asambleas, marchas y foros, donde estas han hecho crítica de estrategias pasadas, ejercicio de memoria colectiva, los fracasos de los movimientos anteriores, en especial nuestro 2006, donde los partidos de la izquierda tradicional, a la cabeza del movimiento, fracasaron…otra vez más. Hoy las bases tenemos el derecho a elegir la expresión que deseamos para el movimiento, eso es incuestionable, más aun con el 2012 a la vista; ¿quién en verdad es el que trabaja con el gobierno, con el estado?, la cacería de brujas contra los llamados “ultras” ha empezado por obra del PC, numerosos incidentes lo demuestran, sumado a la real cobertura mediática contra las expresiones que coincidentemente son rechazadas por los comunistas y por el gobierno, la demonización y fetichismo abundante sobre la violencia, la protesta y finalmente contra las tomas largas de facultades, en pos de una eventual negociación.

En resumen, los comunistas, y por extensión la izquierda tradicional, están siendo sometidos  a juicio por las bases, lo apretado del conteo en las elecciones FECH dan cuenta de eso, el descontento existe y el viraje del movimiento urge, así como urge representación real de las bases en los entes federativos. Sea como sea el resultado en la FECH y en las demás elecciones federativas que vendrán, los comunistas se han retratado como lo que son hoy, para una inmensa cantidad de estudiantes que si ven la naturaleza de este movimiento como el germen del fin neoliberal, en la praxis más que en la retórica añeja, como un portaestandarte  perdido de un desfile lejano; ese desfile, lejano para la izquierda caduca y obtusa, es el movimiento mismo hoy.