jueves, 19 de septiembre de 2013

Fuerzas Armadas: el discurso de reconciliación y su necesaria actualización.

Por Danilo Mora

La Parada Militar es sin duda uno de los homenajes más importantes de las Fuerzas Armadas y Carabineros, realizado desde hace ya 181 años [1], donde desfilan las 3 ramas de las F.F.A.A y Carabineros juntos a sus respectivos destacamentos. A propósito de eso surgen algunas interrogantes sobre cómo funcionan actualmente estas instituciones que mas allá del heroico lema “Siempre vencedor jamás vencido” han tenido una historia ligada a hechos bastante sangrientos no sólo en guerra con otros países defendiendo la soberanía, si no también contra su propio pueblo [2].

Foto: Agencia Uno
El último y más conflictivo claramente es el que se refiere al golpe cívico-militar del 73 y los años posteriores de dictadura; donde 40 años después se sigue generando debate, conflictos, discursos de todo tipo donde sin lugar a dudas el que más llama la atención es el discurso de unidad nacional con frases como “Superemos el pasado”, “Hay que dar vuelta la página”, “Hay que aprender a perdonar”, “Estamos en democracia”. Este discurso aparentemente conciliador y superficial tiene su origen en la forma que asumió la transición en este país, un compromiso entre la concertación y los militares, ahí hubo un acuerdo no escrito por el cual, algunas cosas no se tocaron (las más importantes). La tesis de “hay que dar vuelta la página”, “para construir el pais hay que olvidar lo que pasó” es algo ilógico. La verdad es que no hay sociedad alguna que se pueda construir sobre la base del olvido.

Cuando hablamos de superar el pasado, hablamos de olvidar que hace cuarenta años los altos mandos de las fuerzas armadas derrocaron un régimen legítimamente constituido, hablamos de olvidar la política de exterminio que implementó el estado chileno a través de sus órganos represivos que encabezó Pinochet ayudado por civiles que hasta el día de hoy no han sido juzgados, reinando la impunidad. Hasta ahora ninguno de esos ejecutores civiles ha pagado costo alguno, pues para ello se han encargado de mantener el discurso y la cultura del olvido, borrar la memoria colectiva, señalar que el pasado no sirve y la serie interminable de eufemismos con el que se designa el periodo más terrible de nuestra historia como país.

¿Cómo podemos olvidar si mencionado régimen, que gobernó durante 17 años, aún sigue totalmente vigente con sus políticas neoliberales de laboratorio, privatizando todo lo que pudo, incluidos recursos naturales, haciendo de la educación, de la salud y el trabajo un negocio especulador?. Por su parte, los que sucedieron a la dictadura, siguieron un sistema similar, ampliando las privatizaciones y teniendo el descaro de mantener una Constitución que es totalmente ilegítima en su origen, que no protege los derechos humanos básicos – es tan sólo una linda declaración de principios, donde no se consagran los mecanismos adecuados para la protección de los derechos – y que defiende férreamente el sistema neoliberal implantado.

A 40 años del Golpe de Estado y a 23 años del retorno a la democracia, el Estado de Chile aún no es capaz de decir con exactitud a cuántas personas asesinó, torturó y desapareció. Mientras esto sigue pendiente, no podemos hablar ni de transición ni de perdón. Los militares tampoco contribuyen a ello, pues su formación no se los permite; hasta el día de hoy no hay un reconocimiento formal como institución, lo cual genera en sus filas la sensación de que las cosas se han hecho bien, no hay un cambio de mentalidad ni de educación al respecto, ¿Quién educa a los militares? ¿Qué se les enseña?

A modo de ejemplo, citando a Jorge Magasich y la comparación que hace sobre la ceremonia del juramento a la bandera señalando: “Un interesante signo de la sumisión de las Fuerzas Armadas chilenas a la ideología de la Guerra Fría, es la introducción de un nuevo juramento, aun vigente. Este suprime el compromiso con la República y la democracia, introduce la expresión confesional "por Dios", y minimiza la noción de sumisión a la ley para destacar la de obedecer órdenes, sean cuáles sean.”[3]

Aún siguen estudiando la Geopolítica de Pinochet del 69 y textos similares, aún siguen utilizando los cascos prusianos que utilizaba el ejército nazi como se pudo apreciar en el desfile; para qué hablar del sistema de justicia: hay que terminar con la competencia de los tribunales militares cuando estén involucrados civiles; en materia de acceso democrático, terminar con el clasismo y crear un escalafón único que permita el acceso a los grados según el mérito y no en razón a la condición socioeconómica. Es necesario modificar muchas cosas en materia de Fuerzas Armadas y todo el andamiaje jurídico que circula a su alrededor, para de una vez por todas cambiar la mentalidad de esta institución y recién comenzar a hablar de un perdón, pero nunca de olvido.




[1] Fue Portales quien en 1832 materializó la primera Parada Militar como tal, dentro de las políticas de su gobierno que se basaban principalmente en mantener tranquilos los intereses del ejército, el clero y la oligarquía como base para mantener la autoridad.

[2] “Los tres golpes de Estado, las veintidós masacres de trabajadores que ha hecho a lo largo de 200 años, divide a los chilenos..." Gabriel Salazar en foro "Tomándonos la Historia", realizado en la Casa Central de la U. de Chile, el 20 de junio de 2011.

[3] "Orgulloso de ser chileno, prometo por mi honor de soldado, acatar la Constitución, las leyes y las autoridades de la República; juro además amar y defender con mi vida la Bandera de mi Patria, símbolo de esta tierra nuestra y expresión de libertad, justicia y democracia".
(Juramento redactado en 1939, por el gobierno del Frente Popular)
"Yo juro por Dios y por esta Bandera servir fielmente a mi Patria ya sea en mar, en tierra o en cualquier lugar hasta rendir la vida si fuese necesario. Cumplir con mis deberes y obligaciones militares conforme a las leyes y reglamentos vigentes. Obedecer con prontitud y puntualidad las órdenes de mis superiores y poner todo mi empeño en ser un soldado valiente, honrado y amante de mi patria".
(Juramento instaurado por González Videla, 1952)

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Conversación con Marcel Claude: "nosotros somos la única candidatura que moviliza gente en las calles".

Por Francisco Peralta.

Con motivo de la charla que el candidato presidencial Marcel Claude dictó el pasado martes 27 de agosto en nuestra facultad, éste accedió gentilmente a conversar con nosotros sobre su visita a la región, sus aspiraciones en esta carrera presidencial, las ideas que representa su candidatura y sus diferencias con el resto de los candidatos.

Queremos en primer lugar agradecerle su visita y que haya accedido a conversar con nosotros…
“No, muchas gracias a ustedes, porque esto se trata de crear conciencia política…”

¿Qué impresión le ha dejado su visita a la región, y el recibimiento por parte de la gente, tanto a nivel social como universitario?
“Estoy exuberantemente conforme, se llenan las universidades, además el entusiasmo que uno percibe es notable; por eso yo digo yo no imagine esto, o sea, tenía la sensación de que podía ocurrir algo especial, pero nunca tanto como lo que he visto.”

Usted planteó que aspiraba a dos millones de votos y pasar a segunda vuelta. Hoy, ¿usted cree que eso es factible?
“Cada día es más factible, por que como yo le decía: nosotros lanzamos la candidatura y convocamos a doscientas personas en el Cine Arte Alameda, no llegaron ni la mitad, tres meses después la inscribimos con diez mil personas en la calle, con banderas, con energía revolucionaria y yo no lo podía creer, entonces cuando tú ves eso y vas a las universidades y se llenan uno dice aquí están pasando cosas. Nosotros somos la única candidatura que moviliza gente en las calles, tenemos 350 comandos. Entonces para responderte la pregunta, aquí hay una cuestión que no sabemos en qué va a terminar, pero sí sabemos que aquí se ha construido un movimiento político. Nosotros pensamos que dos millones de votos nos permitirían entrar a segunda vuelta y sobre todo cuando hay nueve candidatos y dos candidatos de la derecha, porque Parisi le va a quitar votos a Matthei, entonces más posibilidades tenemos hoy día si es que nosotros consolidamos esto como una fuerza arrasadora, porque Ominami viene para a bajo y no lo detiene nadie.”

Está claro que el apoyo universitario que usted ha tenido ha sido importante, pero teniendo en cuenta que su discurso político a diferencia de otros candidatos es mucho más difícil de comprender, ¿cómo convence usted a esa persona que no es política, que no esta "ni ahí"?
“Es que hay distintos niveles; el discurso que tu le haces a los universitarios es más complejo, tu les puedes hacer esta conferencia y les hace sentido, por lo menos lo entienden razonable, pero al empleado público tu le hablas del estatuto administrativo, en donde lleva veinte, treinta años trabajando a honorarios, de las condiciones de la salud, de la previsión, de la educación que les cuesta a ellos y saben que Chile es un país rico y que en Argentina, Brasil y todos estos países que tienen un ingreso per cápita más bajo que el de nosotros financian la educación pública, que el cobre se lo llevan gratis. El grave problema para nosotros es llegar masivamente a todos y cada uno de los chilenos y ahí es donde los medios nos joden, porque la señora que va a la feria el domingo ve la tele, entonces llegar a esa señora es complicado, y el otro problema que tenemos con ese sector que es más despolitizado es que están cabreaos con la política y de verdad es complicado, porque hace 40 años que se los vienen cagando y tienen una vida tan precaria y tan maltratada y abusada que han perdido toda credibilidad en las instituciones”

¿Como explica usted que Bachelet obtenga tanto voto?, porque más de 3 millones de votos en una primaria es un apoyo importante...
“O sea no es difícil de entender, porque cuando tu tienes todos los medios, todos los líderes de opinión, todos los periodistas, te construyen una realidad. Lo que pasa es que hay que complejizar la elección, los estudiantes son dos millones y tanto y nosotros creemos que ahí tener un millón de votos es perfectamente posible para esta candidatura, el 5% histórico de la izquierda lo tenemos, que son 500 mil votos, entonces no estamos tan lejos de la idea que dos millones de votos podamos alcanzar y pasar a segunda vuelta y si entramos, entonces ahí tu cambias el escenario, porque una candidatura como esta que entre a segunda vuelta te produje un punto de inflexión político en que tu no puedes pronosticar sus consecuencias. Será como lo que ocurrió el 2011 que parte con una cuestión menor y reventó la política y expandió la conciencia ¿tu te puedes imaginar cómo puede ser percibido por una importante cantidad de chilenos que están descontentos, que están cabreaos, que están hasta las gueas, el hecho que entre una candidatura nueva, con un discurso muy potente, muy transformador, revolucionario? Lo va a escuchar y le va a llamar la atención y los que no votan se van a subir, entonces ahí va a cambiar el escenario. Entonces, es cierto que hay gente despolitizada, pero no es toda, porque si tú preguntas ¿quiere usted educación pública y gratuita? el 83% dice que sí, ¿quiere una nueva constitución en base a una asamblea constituyente, quiere nacionalizar el cobre? Transversalmente. Entonces hay un sector, que no vota por la concertación que se adhiere a un discurso como este y un sector que no vota que en una segunda vuelta se puede subir.

Hay compañeros de izquierda que se preguntan porque si en esta elección hay nueve candidaturas, varias de las cuales se presentan como candidaturas de izquierda y que presentan más o menos ideas similares, entonces ¿Por qué tanto candidato de izquierda y no uno solo que represente estas ideas?
“Es que no hay tantos candidatos de izquierda, cuales son los candidatos de izquierda, la Roxana (Miranda) y el resto son puros cuentos.”

¿Y Alfredo Sfeir?
“No. Esos ecologistas no son de izquierda, esos ecologistas son puros hippies no más, y además de carácter capitalista, porque Sfeir trabajó para el banco mundial y son de esos que piensan la ecología desde la óptica de los Norteamericanos, no vinculan la cuestión del capitalismo con la destrucción del medio ambiente. En todo caso la Roxana y Sfeir no van a sacar una gran votación. Acá, el único que constituye para nosotros un problema es Marco Enríquez, por que vende la pomada que es de izquierda, pero el va en descenso.”

Entonces, usted no cree que él (MEO) este de acuerdo con una asamblea constituyente, con una educación gratuita?, considerando que él fue el primero en lanzar todo esto y sacar la votación que sacó...
“Pero el no salió con este discurso, él no estaba planteando la nacionalización del cobre, la asamblea constituyente cuando lanzó su candidatura, el cambia su discurso, incluso planteaba la privatización de Codelco y no planteaba la educación pública, gratuita y universal. El discurso de él hoy día se viste de esta forma, pero en un comienzo su discurso no estuvo constituido por estas propuestas. Lo que yo digo, es que acá lo que estamos planteando es un proyecto político, al que convocamos a sumarse para hacer las transformaciones que tenemos que hacer. Yo no estoy diciendo elíjanme y mañana vamos a tener educación pública gratuita. ¡Yo estoy convocando a un proceso de cambio, a una batalla! ¡A una guerra! ¡Vamos a la guerra güeón! Tenemos que ir a la guerra y ganar un territorio que no es nuestro todavía y necesitamos soldados para eso. Enríquez-Ominami no propone un cambio radical sobre la base del poder constituyente y la movilización social, nosotros estamos planteando eso. Él es parte de los candidatos que se construyen en los edificios altos de Providencia y que se construyen sobre una estrategia comunicacional y el proyecto se define en función de las encuesta de opinión publica”

Participación y evaluación docente.

Por Ignacio Sáez 

Siempre me ha llamado la atención la poca participación y desinterés que tenemos los alumnos de la facultad derecho en las decisiones desde la participación en las asambleas, hasta en las votaciones para federación nos caracterizamos por ser una facultad poco participativa en las actividades de nuestra universidad. 

Siempre hay excusas; que no es un tema importante, que en san Andrés lo que decidan no nos afecta, que da lo mismo, etc. Pero desde las tomas de años pasados ese ambiente ha empezado a cambiar, la elección de centro de alumnos fue un buen ejemplo de que la participación va mejorando, pero ahora tenemos que apuntar a la participación real en temas de importancia como la evaluación docente y la acreditación, buscar, modificar y mostrar más interés en estas instancias tan importantes porque son las únicas que tenemos para poder demostrar nuestro descontento de manera real por lo tanto propongo en estos siguientes párrafos algunas modificaciones a este sistema tan penoso de evaluación y participación:
  1. Que la evaluación docente deje de ser una encuesta de medición de valores de satisfacción a ser una lluvia de ideas y conceptos por parte de los alumnos que permitan dar nuestra opinión y debatir temas sobre las formas de entrega de conocimientos por parte de los profesores de nuestra facultad.
  2. Que los profesores mal evaluados obtengan alguna especie de sanción o amonestación por parte de la Universidad para que estos corrijan sus errores o incluso cambiarlos cuando no están haciendo correctamente su labor.
  3.  El anonimato que sea de verdad, porque es un secreto a voces que los profesores tienen acceso a estas evaluaciones por lo tanto la seguridad y falta de transparencia en este sistema de es vergonzoso.
  4.  Que se realice un ranking de profesores mejor y peor evaluados para cuando tengamos que tomar cursos poder elegir la mejor opción según un valor numérico y lo que nuestros compañeros han vivido.
  5.  Aumentar la participación de Centro de Alumnos en las elecciones de nuestras autoridades. Como pocos sabrán a fines de este año hay elección de Decano de nuestra Facultad, sería un gran gesto por parte de la universidad permitir al alumnado participar en esta elección con un solo voto aunque parezca difícil al fin y al cabo los alumnos somos la parte fundamental de la Universidad por lo tanto es un derecho.
  6. Siguiendo con el punto anterior realizar una asamblea, cuando estén propuestos los candidatos para que todos los alumnos participen en el voto de Centro de Alumnos para demostrar una democracia participativa y funcional en nuestra universidad.
  7. En cuanto a la acreditación, hacerla pública y que el alumnado conozca en que consiste y que es la acreditación porque es un tema importante para nuestra Facultad y para el crecimiento como Universidad.


Finalmente debo recordar que todos somos Universidad, no solo los alumnos y profesores; los auxiliares, secretarias, todos somos parte de esta institución pero hay que cambiar muchas mentalidades, dejar de ver solo nuestro interés les recuerdo que nuestra profesión no es proteger derechos de los demás si no que los derechos de las personas que nos dan nuestro voto de confianza.

Hay que cambiar las mentalidades partiendo de casa.