El
fútbol no está ajeno a esta personalidad griega, basta recordar como hace 8
años, un grupo de desconocidos se alzaban con la segunda copa más importante
del mundo, en base a garra y amor propio, haciendo historia una vez más en este
hermoso deporte.
Son
tiempos difíciles para este pueblo, así como para su fútbol. Cerca de ocho
equipos de la Súper Liga Griega están al borde de desaparecer o de entrar en
procesos de quiebra, entre ellos el histórico AEK de Atenas. Sin embargo otro
equipo logró escapar de un inminente destino fatal, y hoy se alza como símbolo
de unión, fuerza y amor a la camiseta. Desde el 18 de Julio de 2012, el
Panathinaikos FC de Atenas, uno de los equipos “grandes” de Grecia, es
propiedad directa de sus hinchas.
La historia de este club se remonta
a principios del siglo XX, fundado en 1908, es el primer club de fútbol
profesional de la península helénica, teniendo posteriormente en la década del
20 el inicio de las clásicas rivalidades con el Olympiakos y el AEK de Atenas,
los “Tres Grandes” de la Capital Griega. Campeón en 26 ocasiones de la Liga
Griega, y con notables participaciones en la antigua Copa de Europa (finalista
en 1971, semifinales en 1985 y en la
Champions League de 1996). El club del trébol se alza como la más tradicional
institución de fútbol en Grecia, sin embargo en los últimos años, su historia
de triunfos y gloria se vio amenazada
por la corrupción y los malos manejos.
Corría el año 2000, cuando el
magnate petrolero Giannis Vardinogiannis, adquiere el
control de la parte mayoritaria de las acciones del Panathinaikos F.C., mitad
herencia de su padre, mitad comprada a su tío, quienes tenían el control del
club desde 1976 cuando este se separó del club madre. La administración
Vardinogiannis llegó prometiendo una nueva era para el club, de éxitos
deportivos y contrataciones bombásticas a través de una administración
gerencial y fuertes inyecciones de dinero. El club vivía una sequía de triunfos
desde 1996, y el nuevo grupo gerencial tenía la obligación de una hinchada
exigente, de lograr triunfos para el equipo verde. El proceso de transformación
del Panathinaikos generaba más dudas que certezas, y por otra parte, cuestionables
manejos dirigenciales y económicos; acrecentaban las suspicacias por parte de
la afición, siendo la hinchada verde, la conocida Gate 13, una de las más
grandes de Grecia y la más activa políticamente hablando. Los títulos obtenidos
en 2004 y 2010 fueron solo una isla dentro de los malos manejos y dudosas
prácticas de la gerencia encabezada por Vardinogiannis.
Finalmente, desde 2008,
la hinchada inició sus protestas ante la situación del club, ya que todo
indicaba a lo largo de los años que el club funcionaba como una gran caja pagadora y de lavado de activos de los
múltiples negocios de Vardinogiannis. Así el día 13 de Abril de 2008,
40.000 hinchas del Club, marcharon pacíficamente por las calles de Atenas
pidiendo la salida de Vardinogiannis como accionista principal y presidente del
club, contando incluso con leyendas
entre los manifestantes, como Frangiskos Sourpis.
Incluso se atribuyó la situación del club a que Vardinogiannis era
hincha del Olympiakos, y sólo por conveniencia había adquirido al club (Sebastián,
you’re not alone).
Días
después, el 18 de Abril, en el partido de la Pre Champions entre el
Panathinaikos y el Rapid de Viena, la hinchada de este último solidarizó con el
equipo verde, y ambas barras protagonizaron una protesta masiva durante el
encuentro, exigiendo la salida de Vardinogiannis. A estas alturas, las
evidencias de malos manejos eran groseras. No solo se protestaba por el club,
sino que también porque a través de esto, sujetos
como Vardinogiannis eran los que tenían a Grecia rodando por el despeñadero.
Desde ese año las
protestas se acrecentaron, llegando a ocurrir actos de violencia en los
estadios justificándose en ello,
Vardinogiannis se negaba sistemáticamente a dejar el club, aduciendo que, no se
iba a doblegar ante simios que sólo sabían hacer desmanes.